Sequels of the pandemic in higher education in Mexico
Gildardo Oswaldo García Montalvo1
1 División de Estudios Profesionales, Tecnológico Nacional de México campus Oaxaca, Oaxaca, México
* Autor para correspondencia.
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Estimado Director
A finales del año 2019, el mundo se sometió al inicio de una nueva pandemia causada por el denominado virus SARS-CoV-2, refiriéndose al estado clínico causado por el nuevo coronavirus denominado COVID-19(1,2), el cual deriva hacia un daño masivo alveolar y una falla respiratoria progresiva(3). Derivado de lo anterior, se impusieron condiciones de confinamiento forzoso, distanciamiento social y paralización de actividades, con lo cual se vieron afectadas nuestras rutinas cotidianas. Siendo más específico, la Educación Superior, que presentó retraso en las actividades docentes, de investigación así como de la extensión de este nivel educativo. No solo las Instituciones se vieron perturbadas, en particular los estudiantes se han visto afectados de distintas maneras, desde la cancelación de clases presenciales conllevando a la impartición de clases en línea, organizados con premura y preparación insuficiente, han generado grandes dificultades incrementado así los procesos de exclusión y marginación dentro del país. No estábamos preparados para una disrupción educativa de tal magnitud, en la cual de un momento a otro las escuelas y universidades cerraron sus puertas, apresurándose a desplegar soluciones de educación a distancia para asegurar la continuidad en la andragogía(4,5).
Existe un gran vacío digital dentro de México, donde solo el 45 % de los mexicanos cuenta con una computadora y el 53 % tiene acceso a Internet en casa, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), de 2018. El acceso no se distribuye de forma equitativa, ya que 73 % de la población en áreas urbanas tiene acceso a Internet, comparado con el 40 % en zonas rurales. Aún más preocupante, solo 4 % de los residentes rurales cuenta con Internet en casa(5). En definitiva, una transformación educativa radical, aún en tiempos de pandemia, va más allá de la definición de políticas que garanticen la accesibilidad y la gratuidad desde un combate frontal a la desigualdad. Se puede tratar del momento ideal para que el actual Gobierno diseñe políticas progresivas, que hagan posible realizar rupturas e innovaciones en los modelos tradicionales de enseñanza, en el currículo, en la investigación y la docencia, con plataformas múltiples de aprendizaje social, con la articulación de novedosas estructuras de gestión de conocimientos y saberes interculturales. No debemos de dejar de lado, el tamaño de los grupos de clases, hay quiénes sugieren, un tamaño de clase de 12 estudiantes por instructor es apropiado(6). Otros más sugieren que el límite superior para atender adecuadamente a estudiantes de pregrado es de 20 por clase, y para el posgrado de 8 a 15 estudiantes por instructor(7), lo cual es muy difícil de lograr en universidades públicas de países como el nuestro, es importante tratar de lograr un tamaño de clase que logre un balance adecuado de interacción en el curso, en México existe una importante presión para que las universidades públicas incrementen su matrícula, por lo que las instituciones tienden a hacerlo en la modalidad a distancia, ya que existe la falsa creencia de que este tipo de enseñanza es menos exigente, con aprendizajes de menor calidad, que se requieren menos aulas y profesores, siendo menos efectiva y deseable por los estudiantes que la educación presencial. Pero es un hecho que la educación en línea requiere más carga de trabajo por parte del docente, comparada con la educación tradicional y, por lo menos, 14% más de inversión de tiempo(8). Podemos mencionar que, el reto presentado por la pandemia y ante una cura que parece lejana, nos deberá dejar como enseñanza la implementación de estrategias que debemos adoptar en las instituciones educativas como lo son la formación, la profesionalización para la enseñanza y el aprendizaje en niveles superiores, mejora de la infraestructura, las competencias y habilidades en tecnologías para la enseñanza-aprendizaje a corto y mediano plazo.
Referencias
1. Shanmugaraj B, Siriwattananon K, Wangkanont K, Phoolcharoen W. Perspectives on monoclonal antibody therapy as pontential therapeutic intervention for Coronavirus disease-19 (COVID-19). Asian Pac J Allergy Immunol. 2020; 38:10-8.
2. Wang D, Hu B, Hu C, Zhu F, Liu X, Zhang J, et al. Clinical characteristics of 138 hospitalized patients with 2019 novel coronavirus-infected pneumonia in Wuhan, China. JAMA. 2020; 323(11): 1061-9.
3. Xu Z, Shi L, Wang Y, Zhang J, Huang L, Zhang C, et al. Pathological findings of COVID-19 associated with acute respiratory distress syndrome. Lancet Respir Med. 2020; 2600(20): 19-21.
4. Ordorika I. Pandemia y educación superior. Revista de la Educación Superior. 2020; 194(49): 1-8.
5. Lloyd M. Desigualdades educativas en tiempos de la pandemia (Parte 1). Campus Milenio. 2020; 849: 6.
6. Sieber J. Misconceptions and realities about teaching online. Science and Ethics. 2005; 11: 329-40.
7. Taft SH, Perkowski T y Martin LS. A Framework for Evaluating Class Size in Online Education. The Quarterly Review of Distance Education. 2011; 12(3): 181-97.
8. Tomei J. The impact of online learning on faculty load: Computing the ideal class size for online learning. Journal of Technology and Teacher Education. 2006; 14: 531-41.