Reseña realizada por Sergio Andrés Cabello

Apenas un año ha tardado el periodista Esteban Hernández en entregar un nuevo libro, en el que disecciona el escenario de nuestras sociedades y su futuro. Si hace un año lanzaba El rencor de clase media alta y el fin de una era (FOCA), centrado en las transformaciones de la estructura social y en los impactos de los cambios políticos, económicos y sociales, llega este año El corazón del presente. Mapa de una sociedad desconocida (Editorial Círculo de Tiza), una obra que condensa todas las virtudes de Hernández, pero que también denota una elevada urgencia, buscando abordar ese desconcierto que se ha instalado en la mayor parte de la población.

Esteban Hernández, Jefe de Opinión de El Confidencial, lleva casi una década siendo uno de los periodistas y analistas de referencia de nuestro país. A través de sus numerosos artículos, ha abordado los cambios políticos, sociales, económicos y culturales. A través de una mirada más profunda, y saliéndose en numerosas ocasiones de visiones ortodoxas, hila de forma acertada la interrelación entre diferentes factores y variables, destacando en la forma en que refleja las consecuencias, por ejemplo, de las grandes transformaciones estructurales, las económicas y políticas, en las dinámicas de la vida cotidiana. En este sentido, Hernández ha cultivado una mirada sociológica que, en libros como el que nos ocupa, alcanza una dimensión mayor. Si en 2014 acertó de pleno con El fin de la clase media (Editorial Clave Intelectual), en El corazón del presente analiza a través de numerosos ejemplos los cambios y brechas que se están sucediendo en nuestro país, así como existe una disonancia clara con el mundo político. Pero, el desconocimiento no solo se da en relación a ese ámbito, sino que se produce entre los propios ciudadanos, con unas estructuras sociales cada vez menos permeables. Una sociedad que no responde a los parámetros que nos habíamos construido e interiorizado, cuyas transformaciones han ido sucediendo a una elevada velocidad, y siguen haciéndolo, generándose mayores desigualdades. Una sociedad que ya ha virado hacia otro lugar, pero en el que permanecen aspectos del modelo anterior, lo que nos lleva a vivir en una especie de limbo, además de que el futuro no parece para la mayoría un lugar con mejores expectativas.

Hernández entronca su libro precisamente con El fin de la clase media, en el sentido de presentar una obra claramente estructurada en binomios o brechas que marcan a colectivos presentes en nuestras sociedades, los cuales son consecuencia de los rápidos cambios que se están dando en nuestras formas de vida.

De forma transversal, aparece esa clase media que fue protagonista de una época, también con sus contradicciones, y que ha llegado a este punto en un proceso de desclasamiento.

La pérdida del suelo en el que se asentaba, que no alude únicamente a las condiciones materiales, que son vitales obviamente, sino también a sistemas de valores, es una de las consecuencias más claras de las transformaciones políticas y económicas que se han venido sucediendo desde finales del siglo XX. Y esto no significa una mirada nostálgica, al contrario, sino una visión acerca de la pérdida de las conquistas logradas.

Como señalábamos, el libro se estructura en cuatro grandes binomios o brechas que son indicativas de nuestro tiempo, y que alude a esas distancias sociales que Hernández lleva también al ámbito político, a ese desconocimiento por parte del mismo y sus consecuencias. “Aspiracionales contra avergonzados”, “Conectados contra inmóviles”, “Optimistas contra hartos”, “Innovadores contra experimentados” nos muestran unas dicotomías sugerentes y atrayentes, que explican en buena medida nuestras sociedades, y en las que nos podemos situar. Y unos escenarios que han ido perfilando nuevas categorías sociales que encuentran su ubicación en esas dicotomías.

Es interesante cómo Esteban Hernández analiza esos grupos sociales que, en buena medida, son carne de caricatura para el ámbito político y para los grupos sociales que cuentan con capital simbólico y que definen imaginarios colectivos y relatos de nuestra sociedad.

Hernández acierta al incidir en que son la mayor parte de la población y cuyas condiciones materiales han ido deteriorándose, no encajando además en las coordenadas que se dibujan desde los grupos de poder.

Esteban Hernández ha escrito seguramente la que es su obra más urgente. Un libro en el que retorna de lleno a la estructura social, en el que no deja de ofrecer las contradicciones de nuestro tiempo, pero siendo consciente de que las mismas ya no son tantas, sino que responden a un nuevo modelo de sociedad.